miércoles, 21 de octubre de 2009

Otoño

(Esta vez no es un estado anímico.)

Aunque oficialmente llegó allá por el 21 de septiembre, realmente parece que ha llegado hoy. Hemos empezado a notar más frío, un cielo menos azul debido a las nubes que comenzaban a taparlo, y por último, esta noche, la lluvia.

Para mucha gente, el otoño es una época triste. Ha pasado el verano. Ha pasado ese tiempo de descanso, de compartir tiempo con esa gente que durante 10 u 11 meses tenemos un poco abandonada. Ahora toca comenzar un nuevo curso con las pilas bien cargadas e ilusiones renovadas, y esto a mucha gente no le gusta.

Otra de las razones por las que el otoño no gusta puede ser que ahora cualquier día no es bueno para dar un paseo. Ahora hay pocos días y hay que aprovecharlos, ya que vamos a ver lo mismo que hemos visto meses atrás: jardines y parques llenos de colores pero esta vez en vez de unos intensos y alegres verdes, los veremos con unos tonos anaranjados, menos intensos, quizás teñidos de tristeza, pero no por ello dejan de ser igual (o más, según el caso) bonitos.

Otras de las cosas que me gustan de esta época es esas tardes lluviosas en las que ves las gotas de agua aferrarse a los cristales, oponiendo resistencia a la gravedad, mientras tú, en tu sofá, ves una película a la vez que te comen una enorme fuente de palomitas.

Sin más, me despido deseando que saquéis todas las cosas buenas que os trae el otoño, que no son pocas aunque, dicho sea de paso, haya que trabajar y estudiar.

Saludos para todos y besos para vosotras.
Hasta otra

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