domingo, 27 de septiembre de 2009

Domingo inusual.

Hoy es el último domingo de septiembre, y como muchos sabéis, mañana empieza el curso en la Universidad de Granada.
Durante los últimos 5 años este día me servía para preparar mi equipaje, llenar la mochila de buenas intenciones (que algunas veces no se cumplían), y coger el coche para emprender el viaje a Granada. Si remontamos la vista aún más atrás, por estas fechas ya estaba instalado en la habitación que me había correspondido en aquella residencia de Úbeda que tan buenos recuerdos y tan buenos amigos me dejó. En resumidas cuentas, durante muchos años, este fin de semana me ha servido para marcar el fin a mis vacaciones y comenzar con fuerzas el nuevo curso para aprender nuevas cosas y seguir formándome académica y personalmente.

Este año ha sido un Domingo inusual porque ese "rito" que se viene repitiendo muchos años atrás no ha acontecido. Hoy no he preparado equipajes, no he cogido el coche para irme a mi piso de estudiantes que sería mi hogar durante 9 meses. En definitiva, no se he tenido ese punto de inflexión que me marcaba el final del tiempo de descanso (aunque no lo fuera tanto) y el comienzo del tiempo de "ser bueno".

Hoy me quedo en Torres por tiempo indefinido. Tengo que terminar las prácticas que estoy realizando, y tengo que terminar la carrera (esperemos que se acabe a la vez que el 2009). Desde los 13 años es la temporada más larga que voy a pasar en mi pueblo, y esto se me hace extraño, incluso diría que me agobia, porque uno se acostumbra a vivir por ahí y a volver a su pueblo a descansar, y el cambio se hace muy cuesta arriba.

Hasta la próxima.